Cachorro de Puercoespín











La fábula del puerco espínDurante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados. Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.De esa forma pudieron sobrevivir.
Moraleja de la historia: La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades. Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien dias de tristeza

12 comments:

Jay said...

muy bueno me gustó mucho

Mara said...

La fábula es una verdadera gotita del sber y q lindo está el puercoespín, de donde salió?

rz.miguel said...

perdona mis espinas no es mi culpa, gracias por el calorcito....

Sonia Noemí said...

Invaluable contribucion... en ocasiones las heridas nos hacen ser personas mas fuertes y nos capacitan para distihguir entre lo urgente y lo importante.

Dewar said...

Auch! Nunca dejo de aprender...

Thais said...

que lindo ese purquito thais

Chivi said...

este mensaje esta tremendo si pinche a alguien, I'm sorry.

Tere said...

Muy buena moraleja. Luego de darme cuenta q mis espinas puyan a los demás les pondré bolitas de goma en las puntas para que sea más placentera la cercanía.

Tere said...

Disculpen a los que haya puyado. :(

Tere said...

Disculpen a los que haya puyado. :(

Sonia Noemí said...

Ok.tere yo me pongo mi caparazón por si se te caen las bolas.

Sonia Noemí said...

Ok.tere yo me pongo mi caparazón por si se te caen las bolas.